Para prevenir trastornos de la conducta alimentaria, es fundamental que los hijos aprendan desde bien pequeños la importancia que tiene seguir unos buenos hábitos de vida, donde la alimentación y el ejercicio físico son dos pilares fundamentales.
Igual que les enseñas a contar o a leer, debes enseñarles a comer saludablemente, a ser críticos con lo que ven en la televisión, a priorizar la salud frente a la estética, etc.
Cada vez es más frecuente ver trastornos de la conducta alimentaria en niños/as de corta edad, pero esta situación puede prevenirse.
¿Cómo conseguimos esto?
Una de las preguntas que te debes de hacerte es…
¿Tus hijos comen en familia?
Está más que demostrado que comer al menos una vez al día en familia, reduce la probabilidad de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria, debido a que cuando comen en familia:
1. Los niños adquieren los hábitos alimentarios de la familia que irán arrastrando con ellos hasta la edad adulta
Si el patrón de alimentación que le ofreces a tus hijos es saludable, ellos lo reproducirán hasta el final de sus días, pero si le ofreces comida basura no esperes que cuando sean adultos coman sano.
Se debe enseñar a comer de todo para evitar futuros problemas con la comida, sin obligar pero sin cejar en el empeño.
Se debe limitar el consumo de dulces, bollería industrial o comida rápida.
Si quieres que tus hijos se alimenten saludablemente puedes pincha aquí o aquí, y obtendrás más información sobre el tema.
2. Los niños ven como comen sus padres e imitan sus conductas
Los niños son máquinas de imitar y nosotros somos su ejemplo. Por muy estupenda que sea la dieta que le das a tus hijos, si tú no la haces igual, les estarás mandando una información contradictoria y no aprenderán nunca a comer bien.
Si quieres que tus hijos coman verduras, frutas, pescados, legumbres, huevos, etc., debes comerlos tú también.
3. Los alimentos pasan a un segundo plano y lo importante está en la conversación
Cuando los niños comen en familia, la conversación debe ser relajada, tranquila y agradable, dirigida a fomentar la autoestima de tus hijos y a que se sientan seguros. No es el momento de crear tensiones ni discusiones.
Utiliza este momento para explicarle la importancia que tiene el aceptarse uno mismo tal y como es, a aceptar a los demás como son, que sean críticos con la publicidad que ven en la televisión, ya que la mayoría de las veces se centran en alimentos poco saludables y nos los venden como si fueran saludables o se centran más en la estética cuando lo realmente importante es la salud.
4. Los niños aprenden a comer sin distracciones
Si algo deben aprender los niños a estas edades es que se come sin ver la televisión, teléfono, table o cualquier cosa que les distraiga. Se ha demostrado que existe una clara relación entre ver la televisión y la obesidad.
Cuando estamos distraídos no somos conscientes de lo que comemos y no estamos atentos a nuestra saciedad, de modo que comemos mucha más cantidad de alimentos de la que necesitamos y encima sin enterarnos.
5. Se establece la rutina de cuándo y dónde se come
Tener unos horarios de comida regulares es importante para evitar los atracones, saltarse comidas o realizar picoteos poco saludables y lo mismo sucede con el lugar donde tomamos los alimentos. No se come en los dormitorios o encima del sofá, se debe comer en el sitio destinado a ese fin, cocina o comedor.
Como ya he comentado al principio, el ejercicio físico es clave para prevenir trastornos de la conducta alimentaria:
Hacer ejercicio físico de forma regular ayuda, entre otras muchas cosas, a:
- Mantener un peso saludable.
- Mejorar el bienestar psicológico.
- Descansar mejor por las noches.
- Y un larguísimo etc.
Espero que estos consejos ayuden a prevenir este tipo de alteraciones ya que cada vez son más frecuentes y a edades más tempranas.
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