No sé cuál es tu edad ni tu peso actual, pero si te pregunto si es normal subir de peso a lo largo de la vida adulta, lo más probable es que me digas que sí. Por lo menos es habitual.
¿Pero ese sobrepeso entraña riesgos añadidos para tu salud?
Los últimos estudios confirman que el sobrepeso se asocia a una peor salud y a un mayor riesgo de morir prematuramente.
En el seguimiento a largo plazo de una gran población de mujeres y hombres (aquí el estudio) se observó que la ganancia de peso entre los 18 y los 55 años de edad se asocia a:
- Mayor incidencia de diabetes.
- Hipertensión.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Mortalidad total.
Además los pacientes con menor aumento de peso tuvieron un envejecimiento más saludable (entendido como estar libre de enfermedades crónicas, limitación física y deterioro cognitivo).
Y todo esto mostró una clara relación progresiva entre la cantidad de peso ganado y los perjuicios para la salud.
Llama la atención que los pacientes que habían ganado al menos 20 kg entre el final de la adolescencia y la madurez tenían un riesgo de enfermedad, incapacidad y muerte seriamente elevado.
¿Se puede tener obesidad y estar sano?
Nadie discute que los pacientes delgados o con normopeso que tienen enfermedades metabólicas o factores de riesgo tienen mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y muerte.
Sin embargo, últimamente se ha oído mucho acerca del sobrepeso y la obesidad sin anormalidades metabólicas como una entidad benigna o como algo bueno. Sí, la parida esa de los fofisanos.
Pues lo siento mucho, pero un reciente estudio solvente ha demostrado que la obesidad sin anormalidades metabólicas no es ni mucho menos benigna (aquí el artículo), y se asocia a una marcada mayor incidencia de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular e insuficiencia cardiaca.
Parece que en las enfermedades del corazón nos hemos concienciado con los infartos y la angina de pecho, pero quizá lo estemos menos con la insuficiencia cardiaca, que sin embargo es una causa frecuente de discapacidad y muerte.
La obesidad está también ligada a la insuficiencia cardiaca por varios mecanismos, pero tenemos buenas noticias: la pérdida de peso mejora los índices de la relajación del corazón y la dilatación de la aurícula izquierda (algo a lo que los cardiólogos suelen prestar atención como signos precoces de afectación cardiaca) (aquí otro artículo).
Así que resumiendo y como regla general:
- Ganar peso a lo largo de la vida adulta es frecuente pero no es bueno ni mucho menos.
- Lo del lozano sobrepeso queda bien para echar unas risas, pero no es sostiene cuando toca ponernos en serio con la salud.
- La recuperación de peso normal revierte los signos precoces de envejecimiento cardiaco.
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Referencias:
- Zheng Y, Manson JE, Yuan C, Liang MH, Grodstein F, Stampfer MJ, Willett WC, Hu FB. Associations of Weight Gain From Early to Middle Adulthood With Major Health Outcomes Later in Life. JAMA 2017;318:255.
- Fofisano | Fundéu BBVA. https://www.fundeu.es/consulta/fofisano/ (21 February 2018)
- Caleyachetty R, Thomas GN, Toulis KA, Mohammed N, Gokhale KM, Balachandran K, Nirantharakumar K. Metabolically Healthy Obese and Incident Cardiovascular Disease Events Among 3.5 Million Men and Women. J Am Coll Cardiol 2017;70:1429–1437.
- Lee SC, Daimon M, Tullio MR Di, Homma S, Hasegawa T, Chiou SH, Nakao T, Hirokawa M, Mizuno Y, Yatomi Y, Yamazaki T, Komuro I. Beneficial effect of body weight control on left ventricular diastolic function in the general population: an analysis of longitudinal data from a health check-up clinic. Eur Heart J – Cardiovasc Imaging 2018;19:136–142.
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