¿Tus objetivos para perder peso son adecuados?

Si quieres adelgazar tienes que establecerte unos objetivos que te ayuden a alcanzar tu meta. Una mala elección puede llevarte directo al fracaso.

¿Cómo deben ser los objetivos para perder peso?

1. Concretos y medibles

  • Cuanto más especifiques qué es lo que quieres lograr, cuál es la ruta de actuación que vas a seguir y cuándo quieres lograrlo, tus probabilidades de éxito aumentarán.

 

Fíjate en estos dos objetivos:

«Comer más verduras y hortalizas» o «comer 2 raciones de verduras y hortalizas al día».

  • Aunque parecen el mismo objetivo no lo son ni de lejos.
  • Las probabilidades de éxito del segundo objetivo son mucho más altas que las del primero, simplemente porque está más detallado, es un objetivo menos abierto, se puede medir y determinar si se está realizando adecuadamente.

«Voy a hacer más ejercicio físico» o «voy a andar todos los días 60 minutos».

  • Si te das cuenta el primer objetivo parece estar bien, pero es poco específico, no invita al cambio de hábitos, no tiene fuerza.
  • Mientras que el segundo al ser más concreto tiene muchas más posibilidades de que lo lleves a cabo, es más motivador puesto que puedes ver los logros que vas alcanzando y además te permite detectar si el objetivo es adecuado a tu estilo de vida y en caso de no serlo, modificarlo.

 

Piensa una cosa, si no puedes medir un objetivo ¿cómo puedes saber que lo has alcanzado?

 

2. Realistas

  • Los objetivos deben adaptarse a tu persona, a tu estilo de vida y a tus capacidades.

 

Objetivos inadecuados pueden ser:

«Correr una media maratón dentro de dos meses» cuando ni siquiera eres capaz de correr 10 km. Este es un objetivo poco realista, sin embargo quizá sí puedas apuntarte a una carrera de 5 km o incluso a la de 7.

«Perder 15 kg en 1 semana» esta pérdida no es razonable sin poner en peligro tu salud.

«Merendar fruta y yogur todos los días en el trabajo» cuando tu horario y las características del trabajo te impiden esa acción. Sin embargo sí podrías proponerte como objetivo «tomar diariamente 15 gramos de frutos secos al terminar el trabajo»  de modo que no llegues hambriento a la cena.

«Ir al gimnasio 1 hora al día» cuando no tienes tiempo entre el trabajo, la casa y los niños, pero quizá sí podrías proponerte «ir al gimnasio 1.5 horas los sábados y los domingos» o podrías «salir a andar o a correr 30 minutos 3 veces al día».

 

  • La idea es buscar un objetivo que se adapte a tu situación laboral y personal.

 

3. A corto plazo

  • Alcanzar los objetivos que nos proponemos es muy motivador, pero si resulta que para lograrlos debe pasar mucho tiempo, puede ser que te desesperes o que los abandones.
  • Cada vez que alcances un objetivo anótalo y celébralo.

Si tu objetivo es cambiar tus hábitos de vida, no esperes a cambiarlos todos para celebrarlo, cada pequeño cambio saludable que logres merece un reconocimiento.

  • Si ahora tomas 2-3 piezas de fruta al día y antes estos alimentos no pisaban tu frigorífico, celébralo.
  • Que tomas 1 plato grande de verdura antes de comer y cenar, y antes solo comías verduras y hortalizas como guarnición, celébralo.
  • Si esta semana has tomado 3 veces pescado y antes tu alimentación se basaba en comer carne con carne, celébralo.
  • Si antes comías y cenabas con cerveza y vino y ahora el agua es tu fuente de hidratación, celébralo.

 

4. Debes anotar todos tus logros para:

  • Mantener la motivación.
  • Ser consciente de tu evolución y de tus progresos.
  • Darte cuenta, en un simple vistazo, de si el objetivo establecido se ajusta a tu vida o es imposible realizarlo, en cuyo caso deberías modificarlo.

 

Si tus objetivos no son concretos, medibles, realistas y alcanzables a corto plazo, debes modificarlos y no los centres solo en la báscula.

 

Para perder peso centra tus objetivos en cambiar tus hábitos de vida, solo así lograrás mantener un peso adecuado y saludable durante más tiempo.

 

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